La obra del siglo, de Carlos Quintel


ESTRENO: LA OBRA DEL SIGLO
Kino Palais, en conjunto con Rizoma Films, presenta tres funciones especiales a modo de estreno de La obra del siglo, de Carlos Quintela. Un relato imperdible sobre un universo en ruinas.

Jueves 11 de agosto, 19:00
Jueves 25 de agosto, 19:00
Jueves 1 de septiembre, 19:00
Entrada libre y gratuita

La obra del siglo, 2015, Cuba-Argentina-Alemania-Suiza, Dir. Carlos Quintela, 100 minutos.

La Ciudad Electro-Nuclear (CEN) formó parte de un gran proyecto soviético-cubano encargado de construir el primer reactor nuclear del Caribe en la década de 1980. Con la posterior caída de la URSS el proyecto se paralizó temporalmente. De eso hace ya más de veinte años y La obra del siglo, como se le llamó en su momento, sigue incompleta.

Los restos del reactor tiñen la vida de los habitante de la CEN. El gran domo, ubicado a unos 6 kilómetros del centro de la ciudad, se erige como un tótem nuclear.

Mientras la llama olímpica de los Juegos Olímpicos de Londres arde en los televisores de la CEN, tres hombres solitarios observan el ingreso de la delegación de deportistas cubanos.

Leo, un joven de treinta años que ha regresado al apartamento familiar donde viven su padre y su abuelo luego de separarse de su novia. El viejo Otto tiene como mascota un pez llamado Benjamín, quizás el único animal de la familia que sabe como respirar bajo el agua. Obsesionado con sus escasas pertenencias, Otto vive peleando con todos y contra todo. Rafael es el padre de Leo y fue uno de los tantos trabajadores cubanos del proyecto nuclear que se quedó sin futuro. Entrado en los cincuenta, Rafael siente que de haber concluido su construcción, habría mejorado su calidad de vida considerablemente y el hecho de que el proyecto haya quedado inconcluso arroja un manto de melancolía sobre sus contemporáneos que viven a la espera de algo que nunca llegará.

Estos tres mamíferos en cautiverio son compañeros de viaje más que familiares y quizás porque tres generaciones no deben convivir bajo el mismo techo, se la pasan peleando. Leo, Otto y Rafael son rehenes en la ciudad nuclear, protagonistas de esta balada radioactiva de hombres solitarios o, tal vez deberíamos decir, de fantasmas.

La extinta Tele Nuclear transmite sus emisiones radioactivas, Cuba codeándose con las grandes potencias nucleares. La Ciudad Nuclear y su explosiva hermana Chernobyl establecen una suerte de oscura ucronía: ¿Qué hubiera sucedido si La obra del siglo llegaba a su culminación?



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