Un shopping que se integra al barrio


El Recoleta Mall es producto de las transformaciones urbanas de los últimos tiempos. Donde antes había un complejo de cines (el Village Recoleta), ahora se alzará un shopping que, como punto de partida, toma al edificio original y lo refuncionaliza para transformarlo en un paseo de compras.

El proyecto cuenta con una ubicación estratégica (Vicente López y Junín) y más allá de su objetivo claramente comercial, acierta en la recomposición de las veredas y la plaza, integrando con el mismo lenguaje el equipamiento y las luminarias de uso público . Al momento de plantear el partido, el estudio Bodas Miani Anger & Arquitectos Asociados propuso preservar la estructura y los núcleos duros de circulación vertical, de incendios y núcleos sanitarios existentes. El desafío, según el arquitecto Leonardo Ricchezza, a cargo de la dirección de obra, es “resolver la circulación con los nuevos usos y dotar a la caja envolvente de una resolución estética”. Ya que se trata de un edificio nuevo, que conserva parte de las instalaciones anteriores, la idea es aprovechar esta espacialidad para abrir visuales e integrar el edificio a la ciudad. Así, Ricchezza plantea que gracias a los grandes ventanales ubicados en los extremos del shopping se podrá apreciar “una de las vistas más lindas al Cementerio de la Recoleta, sobre la copa de los árboles de la calle Vicente López”. En este sentido, el estudio también proyectó espacios al aire libre , como expansiones de los locales gastronómicos, en los extremos laterales de la tercer planta. En el centro, en cambio, un roof garden central sobre la calle V. López. La luz natural , además, entra por un óvalo, una gran lucarna de vidrio. “Ideamos una nueva espacialidad. El nuevo edificio suma espacios al área urbana, de forma más abierta e integrada”, sugiere el proyectista.

“La circulación es bien sencilla, se plantea entre las puntas y se define a través de una curva que las une. Como recurso geométrico la curva permite un mayor recorrido comercial. Y además, une el núcleo de ascensores, integrándolos a la circulación principal. Era el recorrido que generaba menor conflicto con la estructura anterior”, explica Ricchezza, sobre el centro comercial cuya inauguración está prevista para fines de año.

Con respecto al acceso , que en el edificio anterior estaba sobre la calle Vicente López, se trasladará a ambas puntas, en dos grandes núcleos, como puntos de encuentro dentro de la trama urbana del barrio de Recoleta. Esta solución, según los proyectistas, generará la tensión necesaria para el recorrido de la plaza, que hoy se divide en compartimientos estancos con uso predominante gastronómico. La marquesina semicubierta brinda la protección necesaria para recorrer las vidrieras de los locales de planta baja. De esta manera la planta baja sigue conservando relación directa con la calle.

En tanto , los accesos de los extremos se transforman en los puntos visuales convocantes del edificio. Están materializados en dos núcleos vidriados que continúan el espacio interior. A través de una carpintería en voladizo integran todos los niveles del mall en una cuádruple altura semicubierta.

La fachada fue diseñada a partir de una placa cementicia envolvente que, con un lenguaje más sencillo , reemplaza a la anterior, un poco cargada. “Quisimos bajarle los decibeles, en función de la relación con el entorno”, señala Leonardo Ricchezza.

Fuente Diario CLARIN: http://www.clarin.com/arquitectura/shopping-integra-barrio_0_490750927.html

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