Recoleta: paso a paso, las mejores opciones gastronómicas para conocer


Es el barrio más distinguido sin dejar por eso de ser trendy, y el que por lejos tiene el circuito cultural más profuso de la ciudad conservando la vez su atractiva movida nocturna. Es que La Recoleta deslumbra a cualquier hora del día, y a su carta de atracciones se ha dado en agregar recientemente un polo gastronómico que viene dando que hablar tanto por la calidad de sus propuestas como por la variedad entre las opciones. Y ese polo bulle desde la intersección de Vicente López y Junín, en el seno mismo del moderno Recoleta Urban Mall.

Desde la vereda de Vicente López flanqueada por altísimas tipas -donde con modernas terrazas van sucediéndose algunos de los nombres propios de la gastronomía local- hasta el interior del mall -donde con increíbles vistas se alojan opciones nuevas y tradicionales- este verdadero epicentro foodie se completa con diez salas de cine digitales, cantidad de comercios de moda, de libros y de decoración y más de 400 plazas de estacionamiento divididas en cuatro subsuelos: un combo nada desdeñable a la hora de organizar el programa perfecto.

Todo para ver

Hacia Vicente López hay tres nombres para perderse en un océano de sabor. El primero es Il Quotidiano, el bar de pastas donde no podés perderte los zitis con ragú de setas y mucho menos los postres (el affogato de fior de latte, sin ir más lejos, rankea entre los mejores de la ciudad), todo en un entorno que sin ser formal inclina la balanza hacia el costado elegante. Dos opciones más: está ese consagrado paraíso de la pastelería que es Pani (con clásicos fuera de serie como la Cheescake de Oreo) y la propuesta simple, única y siempre gratificante de Le Pain Quotidien con su apuesta incansable por los productos frescos y panes caseros preparados con masa madre. Cerrando el recorrido aparecen también Mc Donalds y el texano TGI Fridays con un gran espacio que incluye lo mejor de su carta americana.

Cuatro de las cadenas de cafeterías más renombradas de la ciudad -y del mundo- dicen presente en Recoleta Urban Mall, a saber Starbucks (sobre Vicente López), Havanna (en el nivel cero), La Brioche Doree (en el nivel dos, imperdibles los capuccino frappé) y Cachafaz (en el uno, donde disfrutar de un espresso junto a la línea completa de productos de la casa).

Paso a paso

En lo más alto del mall es posible tomar un café -o tal vez un espumoso smothie- en el colorido local de Alma Café. Casi al lado, la propuesta de Angus brilla tanto por su carta de carnes como por una terraza desde donde se divisa el cementerio y algo más lejos, la torre de Nuestra Señora del Pilar. En el capítulo dulces aparecen Freddo -como siempre, imbatible- y el único local de Mamuschka en Buenos Aires, la chocolatería barilochense donde degustar novedades como el sorprendente chocolate blanco combinado con berries y flores de la Patagonia. El espacio de Muu Lechería -la hamburguesería ambientada a lo merendero de los cincuentas- también cuenta con un sector exterior y una carta que incluye hamburguesas extra grandes como batidos y pancakes; mientras que balconeando hacia Junín Strada ofrece un menú ejecutivo a excelente precio (con plato, bebida y café), además de la opción de pizza y cerveza tirada que sabe hacer furor los fines de semana.

Fuente LA NACION 



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